A principios del siglo XX hombres influyentes de la sociedad barcelonesa decidieron impulsar una asociación (sindicato de iniciativa), con el objeto de fomentar el sector turístico, pero se toparon con la incomprensión de los distintos gobiernos españoles que no veían la necesidad de apoyar iniciativas turísticas Los acontecimientos políticos influyeron notablemente en esta sociedad, de hecho hay argumentos suficientes para afirmar que la Lliga Regionalista de Catalunya ayudó a su nacimiento. La Lliga (primer partido catalanista) surgió después de la Guerra de Cuba, cuando ante la pérdida de los mercados coloniales la burguesía industrial catalana se sintió abandonada por el gobierno español. Era el inicio de la confrontación política, una España agrícola chocaba con una Cataluña industrial. El momento más álgido desde el punto de vista turístico fue la celebración de la Exposición Universal de 1929, en la que la Sociedad de Atracción de Forasteros participó activamente, y que supuso un gran cambio urbanístico para la ciudad, pero también se transformó en una gran oportunidad de mostrar al mundo una ciudad histórica pero al mismo tiempo moderna y emprendedora