El 28 de noviembre del 2004, se presentó el Informe de la Comisión Nacional Sobre Prisión Política y Tortura, el cual dio paso a los "Nunca más", que se repitió por doquier como un "mea culpa", y al mismo tiempo, como una promesa. Todos los ministerios, incluyendo el Ministerio de Educación, focalizaron trabajos relacionados con la política, la democracia, participación, derechos humanos, etc. planteando a coro, "el Chile que queremos". Considerando lo anterior, resulta paradojal que gobiernos de centroizquierda hayan restringido la formación política y ciudadana y solo lo consideren como una unidad de aprendizaje. Si bien es cierto el Ministerio de Educación plantea la transversalidad de los valores cívicos, estos se diluyen al no contar con un referente curricular propio y organizado. Por lo tanto, la presente investigación plantea la necesidad que el carácter global de la formación política y ciudadana del estudiante posea un currículo propio y organizado a lo largo de toda la etapa escolar contribuyendo de esa forma al respeto de los derechos humanos.