El libro presenta varios artículos en los que el primero analiza algunos conceptos y visiones sobre el papel de las Naciones Unidas en el proceso de Liberación de África, buscando una reflexión sobre los cambios en la percepción e interpretación del entorno político, social y económico africano en diferentes fases. Buscaba reflexionar sobre el significado de los paisajes del miedo que han caracterizado y caracterizan al continente negro hasta nuestros días. También establece la relación entre la postura de las élites políticas y la transfiguración de esos paisajes a la luz de los acontecimientos posteriores a la Segunda Guerra Mundial correlacionados con el fenómeno neocolonial. La segunda señala el fenómeno de la erosión como una de las principales formas de degradación medioambiental propias de los países en desarrollo. Sus impactos se manifiestan principalmente en la agricultura, así como en la ordenación del territorio. Ello agrava la situación de hambre de una población cada vez más numerosa en esos países y la aparición de inundaciones en las zonas bajas donde vive la mayoría de la población, es decir, las clases menos favorecidas.