Obra sorprendente, entretenid sima, admirable, de facil sima y agradable lectura, es la Gesta romanorum (Los hechos de los romanos) o Historias y cuentos medievales, con sus explicaciones simb licas o moralejas, un conjunto muy diverso en procedencia y car cter, de cuentos, leyendas, ap logos, noticias y chascarrillos de origen eclesial y monacal, narrados al amor de la lumbre, ocasionalmente predicados desde el p lpito y recogidos a lo largo de la Baja Edad Media en diversos manuscritos e impresos para instrucci n de las gentes sencillas. Esta an nima colecci n, escrita en lat n vulgar, en Inglaterra, pas a la Europa continental para volver a os m s tarde, acrecentada, a las Islas, en donde acab por completarse en el s. XV. Los cuentos o exemplos son muy variados, casi siempre breves, concisos, muy bien escritos, algunos de gran belleza y profundidad conceptual; los hay amorosos, filos ficos, de aventuras, picarescos, truculentos, er ticos, caballerescos, s rdidos, fantasmales, de miedo... Los temas provienen, m s o menos claramente, del Pr ximo y Lejano Oriente, de la Biblia, de mitos y leyendas cl sicas y de fuentes desconocidas y muy variadas. En muchas de estas historias bebieron Boccaccio y Chaucer, Vor gine y Juan Manuel, Shakespeare, Cervantes y Lope, La Fontaine, Blasco Ib ez y muchos m s. Tras la historia, el autor ofrece al lector su reflexi n, versi n o visi n moral, punto particular, del tema propuesto, la moraleja o moralidad que de ella puede desprenderse, la cual, siempre, en esta obra, a pesar del tiempo transcurrido, nos interroga, sorprende y admira, incluso al hombre de hoy, aunque siempre est dentro de los l mites de la ortodoxia cristiana