El informe del Instituto de Medicina "To Err is Human" (Kohn & Donaldson, 2000) incidió en que la seguridad del paciente sigue siendo uno de los problemas más críticos a los que se enfrenta la asistencia sanitaria hoy en día y que las enfermeras son los profesionales sanitarios con más probabilidades de interceptar errores, evitar daños a los pacientes y, además, están en el centro de la atención al paciente, por lo que son impulsoras esenciales de la mejora de la calidad. Desde el punto de vista del investigador, es fundamental que los líderes y gestores de enfermería, los líderes clínicos y las enfermeras de todos los entornos asistenciales se comprometan a lo largo de toda su vida a utilizar los datos y la información, así como las pruebas de la investigación para informar la práctica, combinados con el conocimiento, los análisis y las pruebas de la experiencia. Las enfermeras se enfrentarán al reto de mejorar continuamente los procesos asistenciales y animar a sus compañeros y colegas interdisciplinares a asegurarse de que los pacientes reciben los mejores cuidados posibles, independientemente de dónde vivan, de su raza o sexo, o de sus circunstancias socioeconómicas.