Mantener unos recursos finitos es un ejercicio constante en las empresas. Los operadores sanitarios y las aseguradoras deben tomar decisiones de gestión que reduzcan el temible efecto del riesgo moral y controlen las utilizaciones. Gestionar los "usos por los usos" puede no ser el mejor indicador para tomar una decisión más acertada. Conocer el comportamiento de los consumidores tiene mucho que aportar en este proceso. Este estudio se basó en la teoría de la demanda sanitaria, fruto de una investigación seminal realizada por M. Grossman, en 1972. Se amplió el universo, en este estudio empírico, realizado en una operadora de planes de salud, se probaron las variables: contrato con coparticipación y pago total, frente a la utilización de los usuarios. Se evaluó la utilización mínima necesaria de hipertensos y embarazadas, y la variación del tipo de contrato de seguro de salud se reveló determinante en la demanda de asistencia sanitaria. Conocer el perfil del cliente no basta para obtener mejores resultados. El gestor debe dominar los comportamientos y los determinantes que influyen en las elecciones de sus consumidores, sus "vidas".