El nitrógeno es el nutriente limitante más común para la producción de cultivos y, por tanto, la adopción de buenas estrategias de gestión del nitrógeno suele reportar grandes beneficios económicos a los agricultores. El nitrógeno es el elemento clave para lograr rendimientos elevados y constantes en los cereales. Muchos investigadores han señalado que el aumento de los niveles de fertilizante nitrogenado incrementa el rendimiento de los cereales. Sin embargo, ninguna fuente única de nutrientes es capaz de suministrarlos en una proporción adecuada y equilibrada. Está bien establecido que la mejora de la productividad, del estado de fertilidad del suelo y de los rendimientos económicos podría ser posible con la aplicación combinada de fertilizantes orgánicos e inorgánicos. Un gran número de pruebas confirman que una combinación adecuada de fertilizantes orgánicos e inorgánicos produce resultados favorables y deseables en términos de rendimiento, calidad de los cultivos y fertilidad del suelo. Se ha demostrado que existe una interacción positiva entre la combinación de abonos orgánicos y urea como fuente de N.