A medida que la economía mundial se globaliza y prosigue la liberalización del comercio, las industrias de todos los países se enfrentan a presiones cada vez mayores para ajustar sus modelos de producción y comercio a un entorno competitivo cambiante. Para hacer frente a estos retos, el fortalecimiento de la competitividad de las economías nacionales se ha convertido en la cuestión central. El presente estudio analiza "El proceso de globalización tiene el potencial de acelerar la competitividad en los países en desarrollo (China e India), así como de aportar beneficios considerables a los países desarrollados (la Tríada, es decir, EE.UU., la Unión Europea y Japón) mediante la integración satisfactoria de ambos grupos de países en la economía mundial y la aceleración de las fuerzas del mercado".