El "método idealista" es aquel que propone que el pensamiento vuelva sobre sí mismo como única condición de verdad y de afirmación de la realidad. En relación con el cambio y la vida, concede una prioridad reconocida a las reglas absolutas, en nombre de un dogmatismo racional, inmovilista y permanente que, durante mucho tiempo, se comprometió con la idea de la unicidad de los cánones científicos. Pero la aplicación dogmática de estos cánones, ¿permite tener suficientemente en cuenta los objetos complejos necesarios para el estudio de las características humanas específicas? ¿Cómo pensar en "desontologizar", o "subvertir" (Frantz Fanon/ Matthieu Renault) este paradigma en favor de una concepción del mundo más amplia, viva y abierta? En cualquier caso, parece que no hay justificación para que la ciencia progrese en una sola dirección, en palabras de Claire Joubert, por ejemplo, para quien "la ciencia es en realidad el sentido de los dominios prácticos del conocimiento", basados en la "discursividad". Esto supone que "todo acto de pensar es necesariamente un acto de repensar" (Claire Joubert). Ese es, pues, uno de los mensajes que esconde este primer volumen.