A lo largo de nuestra historia política, Brasil ha tenido siete constituciones. Una en el período monárquico (1824) y seis en el republicano (1891, 1934, 1937, 1946, 1967 y 1988). Una constitución es la ley suprema de un país, que contiene un conjunto de normas reguladoras que tratan desde la forma de gobierno hasta los derechos y deberes de los ciudadanos. En la historia de las constituciones brasileñas, ha habido una alternancia entre regímenes más cerrados y más democráticos. El carácter de los gobiernos influyó en la aprobación de las cartas, que fueron impuestas o aprobadas por Asambleas Constituyentes.