En los dos últimos años, la baja producción de cultivos alimentarios se ha convertido en un grave problema para la población burundesa. Esta baja producción conduce a la malnutrición, que a su vez provoca enfermedades crónicas. Esto nos llevó a realizar un estudio titulado: "El impacto del uso de excrementos humanos para la mejora de la producción de cultivos alimentarios en Burundi: el caso de la comuna de Rumonge, en 2017", para promover el uso de excrementos humanos como fertilizante natural entre la población vulnerable. El objetivo del estudio es contribuir a aumentar el rendimiento de los productores de cultivos alimentarios mediante el uso de estiércol orgánico humano. El uso de abonos químicos es caro y a la población le resulta difícil adquirirlos. En los últimos años, el bajo rendimiento de los cultivos alimentarios se ha convertido en un grave problema para la población.