Prever la continuidad de estas pautas culturales autóctonas, de las que las artes, la artesanía, la danza y los rituales tradicionales son expresiones inseparables, es un aspecto esencial de la planificación urbana en los países en desarrollo. Desgraciadamente, la mayoría de los planes urbanos han sido concebidos sin prestar suficiente atención a la tradición y la cultura locales y, por tanto, carecen de disposiciones adecuadas para facilitar la transición a la vida urbana. Una de las principales deficiencias de la planificación anterior de muchas ciudades de países menos desarrollados (PMD), incluidas las de Nigeria, ha sido la incapacidad de reconocer y dar cabida a los modelos autóctonos de organización y adaptación urbana ya presentes en el país, tanto en las ciudades tradicionales como en las coloniales" (Lockwood 1984). En consecuencia, en la mayoría de los casos, los nuevos residentes han tenido que construir sus propios asentamientos, normalmente en forma de barrios de chabolas informales que rodean la ciudad formal y que sólo albergan a los miembros más ricos y ya integrados en la sociedad urbana.