Actualmente con un mundo globalizado; con más de 7 mil millones de habitantes, la urbanización, cambios tecnológicos y otros factores, dan lugar a que los estudiantes tengan menos contacto con la naturaleza y una relación armónica entre el ambiente y las actividades cotidianas. Estos factores impactan de manera negativa, dando lugar a un bajo nivel de conciencia ambiental, reducido consumo de frutas/hortalizas y poco interés por estudiar una carrera relacionada a las ciencias naturales y agropecuarias. Sin embargo, el huerto escolar manejado bajo el sistema 10R (reclutar, rechazar, reducir, reutilizar, restaurar, reciclar, rescatar, recompensar, responder y reforestar) es una plataforma de aprendizaje sustentable; donde además de cultivar la tierra se cultiva la mente, se fomenta valores, habilidades y actitudes pro ambientales. Dando como resultado el fomento de la inteligencia naturalista y educación ambiental; esto se traduce como promover el amor por la naturaleza, la conservación y el cuidado de los recursos naturales.