Las competencias de la enfermera abogan por una humanización que respete las vulnerabilidades. Este caso trata de una psicosis delirante y una demencia inicial. Dado que la demencia provoca un deterioro progresivo de las funciones cognitivas, emocionales y sociales, y que la psicosis delirante provoca alucinaciones y delirios, se han desarrollado diversas intervenciones psicoterapéuticas. Éstas tienen como objetivo mejorar la calidad de vida del enfermo, para que pueda desarrollar las habilidades que le permitan continuar su trayectoria vital. La humanización de los cuidados implica al paciente/familia/cuidador. Cuando se facilita al cuidador la convivencia con el problema de la demencia, el respeto a estas vulnerabilidades preserva la dignidad del individuo/paciente/familia. Las tareas de los cuidadores incluyen apoyo en actividades instrumentales, asistencia en acciones autónomas, apoyo emocional y hacer frente a las presiones del rol de cuidador. Empoderar a los cuidadores significa desarrollar una intervención familiar, un conjunto de enfoques para ayudar a afrontar la enfermedad/los problemas cotidianos.