Debemos estudiar el Antiguo Testamento por al menos tres razones. Primero, el Antiguo Testamento comprende el 75 por ciento de la Biblia entera. Ignorarlo seria perderse de una gran porcion de Escritura inspirada por Dios Toda la Palabra de Dios es lampara a nuestros pies y lumbrera a nuestro camino (Salmo 119:105). Toda la Palabra de Dios es preciosa para nosotros. Segundo, Dios no ha cambiado desde los dias del Antiguo Testamento. Algunas personas ven a Dios como un Dios de ira y juicio en el Antiguo Testamento y un Dios de amor en el Nuevo Testamento. Sin embargo, el Antiguo Testamento describe al Dios de justicia y misericordia (Deuteronomio 4-6; Jeremias 9:23-24). El es el mismo Dios tanto en el Antiguo como el Nuevo Testamento. El no ha cambiado. El apostol Pablo conocia bien el Antiguo Testamento, y se refirio a Dios como el "Padre de misericordias" (2 Corintios 1:3). De hecho, algunos eruditos biblicos han notado que el Antiguo Testamento contiene muchas mas referencias a la gracia y misericordia de Dios que el Nuevo Testamento. Por lo tanto, debemos estudiar el Antiguo Testamento para conocer mejor a Dios. Tercero, el Antiguo Testamento es la semilla y la planta de la que crecio el fruto del Nuevo Testamento (Archer 1978, 17). Como resultado, el Antiguo Testamento proporciona el trasfondo que necesitamos para entender el Nuevo Testamento. Por ejemplo, Juan el Bautista llamo a Jesus "el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (Juan 1:29). Podemos entender el significado completo del termino Cordero de Dios cuando leemos el Antiguo Testamento y sus descripciones de los sacrificios de animales. Piense en todas las personas del Antiguo Testamento mencionadas en el Nuevo Testamento. Sin el Antiguo Testamento, no sabriamos mucho de Adan, Abel, Noe, Abraham, Moises u otros a los que a menudo se referian Jesus y los apostoles. El Nuevo Testamento se refiere al Antiguo Testamento mas de seiscientas veces. Asi, debemos conocer bien el Antiguo Testamento para entender el Nuevo."