Se dice que el objetivo específico del nuevo constitucionalismo en África era establecer instituciones fuertes que ayudaran a arraigar los distintos países en la práctica democrática. Esto se consiguió estableciendo y dando un lugar privilegiado a los consejos y tribunales constitucionales. En realidad, los consejos y tribunales constitucionales no son sólo instituciones encargadas de velar por el cumplimiento de la constitución, en particular controlando la constitucionalidad de las leyes y garantizando el respeto de los derechos fundamentales. Pero más allá de esta función primordial, estas instituciones han recibido el poder de regular y validar las elecciones presidenciales. Pero esto sin tener en cuenta el hecho de que, una vez creadas, siguen un camino determinado por su lógica inicial y vuelven a ser, por así decirlo, variables independientes. De este modo, estructuran las opciones políticas posteriores durante períodos muy largos, incluso cuando se revelan inadaptadas a su entorno.