El Festival de Kalibo Sto. Nino Ati-atihan recuerda la historia de los diez Datus de Borneo, la más antigua de la que se tiene constancia en la época preespañola en toda Filipinas (Los Maragtas). El festival ha sido imitado en todas partes de Filipinas. Ha atraído a turistas de todas partes del mundo. La tradición cultural ha sobrevivido durante siglos y ha alcanzado el reconocimiento nacional, incluso mundial, por su carácter inherente. El carácter consiste en la buena voluntad, para que prácticamente no haya disgustos a pesar del tumulto; la reverencia, para que en medio de la alegría no olvidemos nuestra sumisión al Santo Niño; la creatividad, para que a pesar de los recursos muy limitados consigamos crear disfraces a partir de semillas, nueces, cáscaras, fibras crudas, hojas, latas finas en una maravilla para los forasteros. Todos participan, no sólo como espectadores, sino como bailarines en la alegría común. Es un ballet en el que todos tienen un papel.