El movimiento moderno marcó un hito en la arquitectura mundial, al difundir nuevas formas de construir y organizar los espacios en un período agitado, circunscrito por las grandes guerras del siglo XX. En Brasil, los Institutos Federales fueron agentes multiplicadores de la arquitectura moderna, con la construcción de sedes gubernamentales en varias capitales. La construcción del Edificio João Goulart, antigua sede del INSS, fue un hito de la arquitectura moderna en la capital de Maranhão, con la demolición de casas de dos plantas para insertar uno de los primeros y únicos rascacielos en el núcleo fundacional, catalogado por la UNESCO en 1997. Construido en 1960, el edificio del INSS de São Luís sólo funcionó durante 20 años en sus casi 50 años de antigüedad; y tuvo un historial de reformas fallidas y desatención por parte de los organismos públicos competentes, lo que provocó su total abandono y desgaste, impulsado por el vandalismo y las ocupaciones irregulares. Hoy en día representa un caso más de abandono de esta institución, además de pedir una mirada más atenta a la arquitectura moderna brasileña junto con la importancia de preservar los bienes culturales.