A partir de un estudio cualitativo basado en (50) entrevistas semidirectivas con emigrantes de Nefzaoua1 (Túnez), este artículo es testigo de un renovado interés por la cuestión de la construcción de la identidad a través de la emigración. Así, en un contexto paradójico (ser y llegar a ser/país de origen y extranjero) muchos jóvenes tunecinos experimentan un dilema existencial y dificultades para definirse y poner en palabras sus identidades. La emigración adquiere su significado como un trabajo profundo de desarrollo personal. El objetivo de nuestro trabajo es contribuir a demostrar que la toma de conciencia de la situación de miseria en el país de origen y de la dificultad de realización individual incita a los jóvenes a buscar en el extranjero el fundamento de una identidad buscada fuera del territorio nacional. Este estudio muestra claramente que cuando la identidad es frágil e incierta, los jóvenes tienden a aferrarse a lo que pueden. Y, en efecto, la emigración o el sueño perdido de una identidad pueden parecer un destino privilegiado y un mecanismo de defensa para alcanzar una cierta estabilidad en la autodefinición.