os novelas aparecen, como singular producci n, en el mbito centroamericano de la literatura de ciencia ficci n entre los finales del siglo XIX y el primer cuarto del siglo XX, se trata de las obras El problema de M ximo Soto Hall (1871-1944), publicada por primera vez en San Jos , Costa Rica en 1899, y La ca da del guila de Carlos Gagini (1865-1925), publicada en 1920. As lo refiere la investigadora Haywood-Ferreira en su obra The Emergence of Latin American Science Fiction (pp. 225-230), y son las nicas de la regi n que aparecen en el listado de obras de dicho per odo en la obra citada.El an lisis comparativo de ambas narrativas, separadas por veinti n a os entre la producci n de una y otra, es muy interesante, y expone una tem tica com n a las dos, aunque con un desarrollo muy opuesto entre ellas. Dicha tem tica es la injerencia imperialista y colonizadora de los Estados Unidos de Norte Am rica en la vida de esta estrecha zona del continente.Como se apunt , ambas se desenvuelven de forma muy distinta pese a su similitud tem tica. Para entender dicha situaci n, es muy importante tomar en cuenta el contexto en que se produjeron las dos novelas.Por una parte, Soto Hall escribe su obra justo despu s del conflicto b lico entre Espa a y los Estados Unidos (1898), y a poco m s de una d cada antes de la Primera Guerra Mundial (1914), en tanto Gagini, publica su novela m s de diez a os despu s de dicha conflagraci n. En esta separaci n de tiempo tenemos tambi n dos realidades en Costa Rica.Soto Hall, reci n llegado de su natal Guatemala en 1896, se ha esforzado mucho por escalar dentro de la sociedad tica, se encuentra adscrito al gobierno autoritario de Rafael Yglesias Castro, y ya se le reconoce como poeta con la publicaci n de su oda A Costa Rica, la que, curiosamente, forma parte del compendio de cuatro tomos publicado en 1901 por Carlo Gagini, El lector costarricense. La vida en el pa s es, por esos d as, menos convulsa y su econom a se encuentra m s estable, la guerra de Cuba apenas ha hecho mella en el resto del continente.Por otro lado, la naci n de Gagini es una Costa Rica golpeada por las ramificaciones del conflicto global, en el que el poder o norteamericano ha quedado establecido tras el hundimiento de la a eja monarqu a imperial teutona y su aliados, sobre todo, por la decisiva intervenci n estadounidense de ltima hora, la que defini el conflicto y cimbr las bases de su poder hegem nico sobre el mundo entero. A tal situaci n se suman, adem s, los estragos que ha dejado en la econom a y en el tejido social costarricense la dictadura de Federico Alberto Tinoco, que dur de 1917 a 1919. Esto, sin lugar a dudas, debe tener tambi n incidencia en la visualizaci n que muestran ambos sobre el imperialismo norteamericano. En tal sentido, El problema de Soto Hall, se presenta m s ambigua, a momentos no se tiene la certeza de si es una obra antiimperialista o si acepta, de manera derrotista, la hegemon a del pa s del norte sobre la Am rica Latina. De hecho, el h roe de la novela de Soto Hall se inmola a s mismo, de manera in til, ante el avasallador avance del colonizador anglosaj n, quien, incluso, le roba a la mujer amada, en una escena en la que la ingenuidad y el romanticismo latino se muestran en la figura metaf rica del caballo que monta el h roe y la m quina de hierro, la locomotora, a la que se enfrenta y en la que se conduce su rival norteamericano. En tal sentido, el problema que plantea la obra no se resuelve puesto que el protagonista se entrega a una muerte sin sentido.En cambio, La ca da del guila presenta a un h roe m s combativo, Roberto Mora, un brillante ingeniero costarricense, beligerante, capaz de unir a las naciones vejadas bajo las aquilinas garras y de llevarlas a demandar una venganza devastadora y veloz, pero no mezquina, sino iluminada por un ideal m s encumbrado.