Debido al enorme número de casos repetitivos y sin mérito y al desfase entre las solicitudes entrantes y las sentencias salientes del Tribunal de Estrasburgo, éste acabó con un notorio retraso de 139.650 casos en 2010. Este fenómeno ha supuesto una importante amenaza para el derecho de petición individual, pilar principal del sistema del CEDH. Ha repercutido negativamente en la eficiencia del TEDH a la hora de tramitar los casos y en la eficacia de la protección de los derechos humanos, un hecho que ha llevado al mecanismo de Estrasburgo a ser calificado de "víctima de su propio éxito". Este suceso incitó a la creación de los Protocolos nº 14, 15 y 16. Este trabajo explora cómo pretenden gestionar la creciente carga de trabajo del Tribunal de Estrasburgo y sus posibilidades de "constitucionalización".