Una gu a compasiva para transformar el envejecimiento en crecimiento espiritual - Ofrece al lector veinticinco preguntas clave que le servir n como gu a para acceder a fuentes de inspiraci n y valor que antes desconoc a - Nos invita a encontrar un papel constructivo para la verg enza y el arrepentimiento y aceptar la libertad de buscar un camino que sea verdaderamente nuestro Cuando rebasamos los a os de la mediana edad, nuestro deseo de encontrar una manera adecuada de abordar el envejecimiento cobra mayor urgencia y pertinencia en nuestras vidas cotidianas. Los autores Robert Weber y Carol Orsborn ofrecen a una nueva generaci n de buscadores espirituales la posibilidad de ver el envejecimiento como un sendero espiritual y revelan que la nica manera de seguir creciendo como personas consiste en afrontar de una vez las dif ciles interrogantes que nos plantean los temas de la p rdida de seres queridos, el significado de la vida y la mortalidad. La realizaci n del potencial espiritual no se alcanza esquivando las dificultades que acompa an al envejecimiento, sino trabajando para superarlas. Los autores analizan c mo pasar de los temores sobre el envejecimiento hacia una apreciaci n m s plena de la pr xima fase de la vida, basados en veinticinco preguntas que nos ayudan a aceptar el lado sombr o del envejecimiento y las oportunidades espirituales que entra a. Comparten sus experiencias para ense arnos lo que significa sentirnos llenos de energ as en cuanto a las posibilidades de la edad madura. Analizan c mo hallar un papel constructivo para el arrepentimiento, la verg enza y el sentimiento de culpabilidad, encontrar nuestro justo valor para la sociedad y aceptar la libertad de buscar un camino que sea verdaderamente nuestro. Weber tuvo una formaci n cat lica jesuita y Orsborn proviene de un contexto jud o. Basados en las m s recientes investigaciones en teor a psicol gica y religiosa, dan sus propias respuestas francas a las veinticinco preguntas, y respaldan su sabia orientaci n con an cdotas, lecturas inspiradoras y ejercicios espirituales. Al trabajar profundamente con el lado sombr o y el lado luminoso del envejecimiento, no solo aprendemos a hacer frente a las situaciones, sino a dejar que nuestro esp ritu alce vuelo.