La construcci n de la Teor a de la Arquitectura, que es el sustento de todo dise o arquitect nico, implica un complejo proceso reflexivo y cr tico mediante el cual se verifica a distancia y en profundidad la ense anza y la praxis del oficio de ser arquitecto. Si la Arquitectura, es decir, lo habitable, le concierne a todo ser humano, las premisas de ella misma s lo pueden concebirse de manera transdisciplinaria sustent ndose en todos los campos del conocimiento porque, adem s, es a todos ellos a quien va destinado su servicio. Asimismo, las manifestaciones del humanismo est n asociadas a la conciencia social del hombre y a sus circunstancias existenciales en el mundo, de tal suerte que se deben ir generando consideraciones ontol gicas y epist micas en el plano formativo y profesional para el arquitecto. Por ello, asumir una formaci n humanista desde sus m s altos y nobles ideales, constituye una necesidad cada vez m s apremiante en el mundo de hoy; y es esto lo que nos transmite una imagen del arquitecto como persona que piensa, que crea y que produce una arquitectura orientada hacia el bien com n.