Esta obra se centra en el ámbito conceptual del contrato, por ser el punto de partida del futuro Derecho contractual. La concepción tradicional del contrato ha sufrido sustanciales cambios ante las exigencias de una economía moderna globalizada, donde aquella se verá afectada por una serie de transformaciones que ponen de manifiesto la necesidad de replantearse la revisión del concepto tradicional del contrato: la Unión Europea demanda por primera vez y de manera expresa un único concepto de contrato, definiéndolo como el núcleo de los conceptos jurídicos fundamentales y abstractos. El Código Civil español carece de un concepto claro y definido de contrato (de forma imprecisa lo menciona en el artículo 1.254). Este déficit en la dogmática jurídica y el hecho de que sea esencial la función económica que cumple, anima a la autora a proponer un nuevo concepto de contrato en nuestro ordenamiento, teniendo presente el proceso de Unificación Europea que, como toda evolución, es tan pausada como imprescindible, y sin dejar de reconocer que será la realidad la que irá marcando el verdadero concepto que de "contrato" se deba tener en este nuevo sistema global conectado.