El petróleo, como recurso natural, se ha convertido a lo largo de los años en una actividad de doble filo. Ha tenido la tendencia de convertirse en una clave importante para el desarrollo de la mayoría de los países, como en el caso de Botsuana y Noruega, mientras que si no se gestiona bien, ha tenido la tendencia de provocar algún tipo de impacto negativo en países como Nigeria, Sudán y Angola. A lo largo de los años, la industria extractiva ha sido acogida con grandes esperanzas y expectativas por parte de los individuos debido a los beneficios percibidos, como el empleo, el aumento de los proyectos de desarrollo y el incremento de los ingresos que se obtienen de ella. Si bien las actividades extractivas conllevan algunos beneficios, también tienen efectos negativos si no se gestionan bien. En algunos países productores de petróleo, especialmente en el mundo en desarrollo, se han registrado casos de reubicación y desplazamiento forzados, corrupción, conflictos, contaminación ambiental y riesgos para la salud. Sin embargo, el caso de Ghana podría no ser diferente al de otros países productores de petróleo si no se tiene cuidado.