Lo preocupante del tema de la interculturalidad es que los esfuerzos de los pensadores desde la antigüedad hasta nuestros días no han influido en los políticos que tienen poder de decisión. En efecto, los tiempos en que vivimos parecen paradójicos. Vivimos en la era de la globalización, la tolerancia, la comunicación y la información y, sin embargo, seguimos viendo una predisposición hacia el nacionalismo y el patriotismo. Una de las tesis de esta investigación era poner de relieve esta apología de la comunicación intercultural propugnada por una serie de escritores y pensadores de distintas disciplinas. Sin embargo, es necesario relacionar esta apología con las fuerzas políticas que buscan cada vez más establecer el poder de diferentes maneras. El aumento de poder de la comunicación como idea o ideal parece tener como corolario inevitable la aparición masiva de diversas formas de extremismo. El entusiasmo utópico por un mundo unificado ha conducido al repliegue sobre uno mismo y al rechazo de los demás.