Hay que tener en cuenta que, tras la redacción del código laboral marroquí en 2004, quedaba por saber en qué medida su traducción al ámbito laboral sería fructífera, sucinta y rentable. De hecho, se había verificado una evaluación de su aplicabilidad incluso antes de su entrada en vigor. Sin embargo, tras su utilización, se pusieron de manifiesto algunas complejidades en su aplicación. Las empresas tenían dificultades para cumplirla, dado su carácter exigente, ya que se consideraba una dificultad para acumular ingresos. Este problema constituía un obstáculo para la organización de las relaciones entre empresarios y trabajadores. Posteriormente, las empresas marroquíes están convencidas de que respetar y aplicar equitativamente la legislación laboral es una garantía considerable para su prosperidad a largo plazo. Marruecos ha realizado importantes esfuerzos para adoptar la política de apertura al mercado europeo a través de acuerdos de libre comercio. Por ello, el gobierno marroquí, con la ayuda de las organizaciones profesionales, se esfuerza por sentar las bases de la seguridad social.