El objetivo principal de este estudio era examinar cómo respondían los agricultores a los diferentes enfoques formalizados de conservación de la tierra introducidos por diversas instituciones, y cómo sus respuestas afectaban a la productividad de los cultivos alimentarios en la zona de estudio desde la segunda mitad de la década de 1980 hasta la primera mitad de la década de 2000. En la metodología de este estudio se adoptaron enfoques tanto cuantitativos como cualitativos. El enfoque cualitativo se caracterizó por el uso extensivo de discusiones de grupos focales, observaciones directas y entrevistas a informantes clave. El estudio concluyó que las estrategias para fomentar que más agricultores adopten los enfoques de conservación de la tierra deben ir de la mano de la aplicación de las leyes de conservación de la tierra en la zona. Esto es importante debido a los efectos positivos de la adopción por parte de los pequeños agricultores de los enfoques de conservación de la tierra en la productividad del cultivo (maíz) por unidad de superficie en los distritos del estudio.