Las prisiones ocupan un lugar importante en los medios de comunicación. Ya sea en relación con la falta de plazas disponibles y de recursos asignados al sistema judicial, con la insalubridad de los edificios o con la construcción de nuevas prisiones y la introducción de nuevas medidas de seguridad. La prisión, que recibe cobertura mediática pero rara vez se cuestiona, es a la vez presente y distante, indomable y vergonzosa, y es una de esas cosas necesarias en las que preferimos no pensar. Desgraciadamente, tenemos que afrontar los hechos: ocultar una realidad no hace que desaparezca.La evidencia hoy en Benín y en todo el mundo es que las cárceles están superpobladas y son caras e ineficaces. La situación de los presos es cada vez peor, sin que los responsables políticos aporten soluciones reales. La rehabilitación, las alternativas al encarcelamiento y los ajustes de penas que cuestan mucho menos han sido archivados.