El diente impactado puede definirse como la posición intraósea del diente después del momento previsto de erupción. Un gran número de dientes completamente impactados pueden quedar retenidos en la mandíbula sin ningún síntoma. El diente impactado puede ser un diente permanente o un diente supernumerario. Los dientes también pueden desplazarse en la mandíbula debido a causas desconocidas que provocan la impactación del diente. Desde los últimos 40 años, la incidencia de dientes impactados está creciendo en diferentes poblaciones, debido a los hábitos de vida como la alimentación con alimentos blandos y la menor intensidad de uso del aparato masticatorio. Los dientes impactados más frecuentes son los terceros molares mandibulares y maxilares, seguidos de los caninos maxilares y los premolares mandibulares. Las mujeres están más afectadas que los hombres. Diversas lesiones y síndromes se asocian a dientes impactados y no erupcionados, como el quiste dentígero, el ameloblastoma, el fibroma ameloblástico, el odontoma, el cementoblastoma benigno y enfermedades como el querubismo y la displasia cleidocraneal. La modalidad de tratamiento de referencia en cualquier caso de impactación es el procedimiento quirúrgico para el bienestar y la comodidad del paciente.