"Los almorávides (en árabe: al Murabitun), en bereber (Imrabden), "el pueblo del Ribat", fueron una dinastía bereber morisca originaria de la región del Adrar y nómada entre el actual Senegal y el sur de Marruecos. En el siglo XI formaron un imperio que abarcaba el Sáhara Occidental, la parte occidental del Magreb y parte de la Península Ibérica. Los orígenes y el desarrollo del movimiento almorávide pertenecen a la historia de los almorávides del suroeste del Sáhara. Este movimiento, impulsado por los almorávides, revivió la política de expansión preconizada por la dinastía sanhadjian de Awdaghost, cuyo objetivo era fundar un poderoso emirato. A partir de entonces se desencadenó un conflicto religioso, pues los almorávides, dirigidos por el reformador y prosélito Ibn Yasin, lanzaron una contraofensiva para recuperar su territorio de manos de los emperadores animistas soninkés. Su objetivo primordial era difundir la ideología malekita y luego expulsar de su territorio a los zenata, que habían hecho de Awdaghost el centro del ibadismo jaredí mientras estaban bajo la autoridad de un rey animista: el de Ghana, de ahí el saqueo de la ciudad en 1077...".