La vida que vivimos en el siglo XXI está llena de religiones, tradiciones, perspectivas humanas, afanes, desilusiones, retos, modas y un sin fin de cosas que son totalmente "vanidad debajo del sol", como así lo describiera el rey Salomón en los Escritos Sagrados (Ecles.2:1-2) y (Ecles.4:4-7). De una manera u otra, esto trae fatiga, agotamiento, frustraciones, confusión y dolor; para otros, felicidad momentánea, "alegría" falsa. A éstos, si no se apropian del propósito que Dios les dio en sus vidas, jamás estarán completos para vivir con éxito. Cuando hablo de propósitos y éxitos, hablo sobre lo que ha determinado Dios para nuestras vidas, y no lo que los hombres han determinado en sus vidas (Ro.8:28-30). En este libro, mostraré uno de los grandes propósitos de un hijo de Dios como Ciudadano Celestial aquí en la Tierra. Verán lo precioso de la influencia de un creyente con el entorno dado del Cielo. Entenderán con claridad el significado del Reino de Dios en una persona "nacida de nuevo"