La motivación de este trabajo es la represión a la que se enfrentan los defensores de los derechos humanos en Camerún, especialmente tras la promulgación de la ley antiterrorista de 2014 por parte del gobierno. Este trabajo intelectual se centra en la creciente persecución de los defensores de los derechos humanos en todo el mundo, ya sea por parte de los gobiernos dictatoriales o a través de la legislación nacional promulgada para silenciar las voces de los disidentes. En los últimos años, la mayoría de los gobiernos africanos han desarrollado legislaciones específicas con el pretexto de la lucha contra el terrorismo que, en realidad, son mecanismos para reprimir la disidencia y la libertad de prensa, de reunión y de asociación como derechos fundamentales. El trabajo identifica y analiza además los diversos desafíos que arruinan a los disidentes en Camerún en la ejecución de sus deberes como voces de las minorías. También habla de la censura de prensa en el país y sus efectos en el sector de los medios de comunicación. También se destacan aquí las sanciones asociadas a lo que se considera un incumplimiento de la ley antiterrorista de 2014 por parte del gobierno. Lo más interesante es que este trabajo pondrá de relieve el uso que hace el gobierno de los tribunales militares para juzgar a los disidentes en lugar de los tribunales civiles.