El libro trata del ritmo alarmante y sin precedentes al que está aumentando la población en Nigeria sin que existan infraestructuras como el abastecimiento de agua y el saneamiento, la sanidad, la educación y el suministro eléctrico. Este libro ayudará a los lectores a comprender las consecuencias de un crecimiento demográfico que no se corresponde con los recursos disponibles, lo que se traduce en un aumento de los casos de brotes epidémicos, muertes prematuras por falta de instalaciones sanitarias, bajo nivel educativo y mal entorno empresarial, entre otros, con vistas a que el crecimiento demográfico se equilibre con los recursos disponibles para mejorar el nivel de vida de los nigerianos, que son predominantemente rurales. Es una lectura obligada para los responsables políticos de Nigeria, los países en desarrollo y los investigadores académicos preocupados por los efectos del aumento de la población en las infraestructuras sociales.