La ocupación y colonización del Oeste del Paraná, región de frontera, es históricamente conocida por sus diversas luchas y conflictos que involucraron principalmente a campesinos, ocupantes ilegales, colonos, jagunços, colonizadores y al poder público en torno a la propiedad de la tierra. Sin embargo, en medio de estas disputas generalizadas, en 1946, comenzó a pensarse y construirse un espacio con el objetivo de organizar una comunidad libre de la confusión y las disputas sobre la propiedad de la tierra. Una comunidad centrada en la pequeña propiedad y con la fuerza de las armas de descendientes de inmigrantes italianos y alemanes fincó las primeras estacas que delimitaron las fronteras físicas y culturales de una sociedad con individuos cuidadosamente preseleccionados, tanto en religión, como en color, experiencia y ascendencia, ubicada en la antigua Hacienda Britânia y que pasó a formar parte de la Compañía de Colonización MARIPÁ. En 1951, en esta misma localidad, nació la ciudad de Toledo, y con ella nuevas fronteras y nuevos espacios se integraron a la antigua Granja Britânia. Uno de estos espacios es el Núcleo de São Pedro do Iguaçu. Una localidad poco investigada por la historiografía local, pero que trae en su historia graves conflictos por la tierra.