Las técnicas convencionales de diagnóstico periodontal se basan principalmente en parámetros clínicos como la profundidad de sondaje, el nivel de inserción clínica y las radiografías dentales. El principal inconveniente de estos medios de diagnóstico convencionales es su incapacidad para detectar la actividad de la enfermedad. Por lo tanto, se han desarrollado nuevas ayudas diagnósticas para superar las deficiencias de las ayudas diagnósticas convencionales, que se denominan ayudas diagnósticas avanzadas. La principal ventaja de estas ayudas sobre las técnicas convencionales es que pueden detectar la presencia de enfermedad activa, así como predecir la progresión futura de la enfermedad y evaluar la respuesta a la terapia periodontal.