¿La vida humana es principalmente la vida del espíritu, y solo en el ámbito espiritual las personas individuales y naciones enteras pueden estar conectadas por un vínculo verdaderamente fuerte¿, escribió el ortodoxo San Nicolás de Japón. Las misiones ortodoxas fundadas en Japón y Corea en la segunda mitad, a finales del siglo XIX, se convirtieron en el puente que, a pesar de todas las dificultades, pudo conectar dos mundos completamente diferentes, dos tradiciones culturales diferentes. Sin lugar a dudas, las actividades de las misiones espirituales rusas en Japón y Corea, países con una cosmovisión completamente diferente y sus propios sistemas religiosos antiguos, el budismo y el sintoísmo, es un fenómeno digno de sorpresa. ¿Cómo tomó la ortodoxia su lugar en este mundo? ¿Qué problemas y obstáculos se interpusieron en su camino? ¿Cómo recibió Oriente a los predicadores ortodoxos y cómo aparecieron ante los ojos de los misioneros rusos? Esta edición está dedicada a estas cuestiones. El libro será de interés tanto para especialistas, historiadores y orientalistas, como para todos los interesados ¿¿en la historia de la Iglesia Ortodoxa Rusa, la cultura ortodoxa, así como la historia y la cultura de Oriente.