Este trabajo se centra en la importancia del juego como soporte de simbolización para los niños hospitalizados. El juego es una forma de que el niño sienta que existe, como han defendido S.Freud, D.W.Winnicott, M.Klein, F.Dolto y otros clínicos. Me alegró ver que los niños dan un lugar muy importante al juego, a pesar de que en los hospitales el juego es secundario, después de los cuidados. En su libro "la cause des enfants", Françoise Dolto explica que es jugando como los niños aprenden a adaptarse a la realidad. El imaginario sostenido por el juego ayuda al niño a defenderse del drama de la realidad: "los juegos de control en torno a las fantasías de la vida y la muerte participan en una aceptación de la realidad". Así pues, es gracias a los juegos como el niño soporta la realidad, la restricción de su libertad. La imposibilidad de jugar para un niño equivaldría a eliminar toda defensa contra la violencia cotidiana. Me pregunto si no es importante, incluso esencial, dar un papel significativo al juego en el hospital.