La capacidad de controlar la cristalización es esencial en muchas industrias, especialmente en la farmacéutica, donde la conversión en polimorfos o morfologías no deseados puede tener consecuencias peligrosas. Los métodos de síntesis actuales implican el uso de altas presiones y temperaturas, pero sigue siendo un reto controlar las propiedades morfológicas y las características superficiales del precipitado. Los organismos vivos tienen la capacidad de controlar el tamaño, el polimorfismo y la orientación de los minerales. Esto influye en las propiedades físicas y químicas del cristal y, en consecuencia, el campo de la biomineralización está recibiendo actualmente un interés significativo. Aquí se influye en la cristalización del carbonato cálcico (CaCO3) mediante el flujo restrictivo de iones dentro de gotas de volumen limitado utilizando gotas de tamaño picolitro. Se comprobó que el tamaño de la gotita y la funcionalización de la SAM afectan al tamaño del cristal y a su orientación.