La PC es una discapacidad que plantea diversas dificultades médicas, educativas y sociales. Su manejo es largo y debe ser precoz y multidisciplinar para poder intervenir a tiempo y minimizar las secuelas de este trastorno con el máximo desarrollo de las capacidades residuales. Por ello, la detección precoz de las anomalías del desarrollo es fundamental para ofrecer al niño una atención lo más temprana y adecuada posible.Las investigaciones neurofisiológicas desempeñan un papel importante en el tratamiento precoz de la parálisis cerebral. Su utilidad ha quedado demostrada desde el periodo neonatal. Permiten una predicción del pronóstico posterior, una búsqueda de signos subclínicos, una confirmación de los signos asociados, una monitorización perioperatoria y un seguimiento de la evolución. De ahí una mejor gestión de los niños con PC para prevenir secuelas y complicaciones. Así, se puede prever una terapia personalizada, en función del grado de discapacidad identificado, para una mejor integración social, educativa e incluso profesional de estos niños.