La evolución de la posición social y jurídica de los niños y los jóvenes ha adquirido diferentes perspectivas a lo largo de la historia y está en constante cambio. Tras la consagración del niño como verdadero sujeto de derechos, surgió un nuevo paradigma que modificó sustancialmente el contenido y el ejercicio de las responsabilidades parentales. Obviamente, la cuestión de si existe un derecho de corrección y, en caso afirmativo, cuál es el límite entre el poder-deber de educar y la ofensa a la integridad física, sólo adquirió relevancia a partir del momento en que se rompió la idea del niño como objeto de poder y se le consideró un sujeto igual y privilegiado. Esto implica una limitación del papel desempeñado por los padres y un equilibrio de la relación triangular padres-hijos. Este trabajo pretende contribuir a la profundización de la posición jurídica del menor en la familia, tratando de comprender el contenido real y actual del poder-deber de educar.