No podemos alterar las cosas externas, ni tampoco transformar a otras personas para que sean como nosotros quisieramos que fueran, ni moldear el mundo a nuestros deseos, pero si podemos alterar las cosas internas, (nuestros deseos, pasiones, pensamientos), podemos aprender a que nos gusten otras personas, y tambien podemos transformar el mundo interno de nuestra propia mente, todo esto con sabiduria y de esa manera reconciliarnos con el mundo externo de los hombres y de las cosas. No podemos evitar el disturbio del mundo pero podemos vencer los disturbios de la mente. Los deberes y las dificultades de la vida exigen que les pongamos atencion, pero podemos elevernos por encima de toda ansiedad que estos provoquen. Podemos tener una mente tranquila en medio del ruido; el corazon puede permanecer en quietud aun en medio de las responsabilidades, y aun en medio de los conflictos podemos conocer la paz que perdura. Las veinte piezas que comprenden este libro, aunque no necesariamente relacionadas unas con otras, las encontraras armoniosas en espiritu, en lo que se refiere a que guian al lector hacia esas alturas del conocimiento y conquista de si mismo, las cuales, elevandose por encima de los disturbios del mundo, se elevan hasta donde reina el Silencio Celestial."