En el contexto actual de cambio climático inequívoco, cabe preguntarse cuáles son sus orígenes y sus consecuencias para las personas y sus actividades. En Benín, en la región 2KP, la fuerte dependencia de la mayoría de la población de las actividades agrícolas y pastorales dependientes del clima justifica toda la atención prestada por los investigadores a la comprensión y puesta en marcha de programas para reducir la vulnerabilidad de las poblaciones rurales. El objetivo de esta investigación es cartografiar las prácticas de producción agrícola frente a los riesgos climáticos. Se está estudiando una muestra de 130 explotaciones agrícolas en los tres municipios. Las actividades agrícolas se ven amenazadas por la elevada insolación, las olas de calor, la mala distribución de las precipitaciones, el aumento de las lluvias y los ataques de plagas, todo lo cual tiene repercusiones biofísicas y socioeconómicas en estas actividades. Los agricultores han desarrollado diversos métodos para adaptarse a estos riesgos, como la adopción de nuevos cultivos, la modificación de su itinerario técnico, la instalación de cortavientos, etc.