La sociedad actual, frente a la heterogeneidad y diversidad de la poblaci n escolar, exige y demanda cada vez m s una escuela plural e inclusiva. La inclusi n educativa y la permanencia del alumno dentro del sistema educativo son relevantes en este momento hist rico, donde la globalizaci n, parad jicamente, genera mayor exclusi n, y la singularidad del sujeto dif cilmente se recorta de la masificaci n. Durante las ltimas d cadas las pol ticas educativas de Am rica Latina han sido poco eficaces para promover la inclusi n social, la participaci n, y la igualdad en la sociedad. Frente al desaf o de la desigualdad las pol ticas deber n estar enfocadas hacia la reversi n de tales falencias. Por lo que la educaci n desempe a un pale decisivo. La historia reciente de los movimientos educativos y de las iniciativas legislativas en distintos pa ses, la toma de posici n de los organismos internacionales (UNESCO, OCDE) y los manifiestos de las asociaciones de las personas afectadas o de sus padres, constituyen una buena prueba de que la inclusi n constituye uno de los fen menos de mayor trascendencia en los ltimos a os en el campo de la educaci n.