En una democracia, el discurso político sirve de base para conciliar los distintos conflictos de una sociedad y se difunde por todo el país para facilitar el intercambio de opiniones. Aunque su forma requiere un dominio de la retórica y la lingüística, así como de las ciencias políticas, la psicología, la sociología y la teología, su contexto sigue estando muy contextualizado.Un discurso político no es un discurso como los demás. La razón es sencilla: el objetivo esencial del discurso político es obtener la aprobación en forma de propaganda en los medios de comunicación. Se trata de crear las condiciones para instalar una ideología (representación colectiva) relativa al cambio o al mantenimiento de una realidad humana en un momento dado o de una determinada forma de poder y de organización de la ciudad.El discurso político, a veces llamado retórica política, existe desde el siglo IV. Es el estudio del lenguaje utilizado por las figuras políticas, ya sea para debatir entre ellas o para dirigirse al público.