El bioetanol tiene una serie de ventajas sobre los combustibles convencionales. Procede de un recurso renovable. Otra ventaja frente a los combustibles fósiles son las emisiones de gases de efecto invernadero. La red de transporte por carretera es responsable del 22% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero y, mediante el uso de bioetanol, algunas de estas emisiones se reducirán, ya que los cultivos de combustible absorben el CO2 que emiten al crecer. Al fomentar el uso del bioetanol, la economía rural también recibiría un impulso gracias al cultivo de las cosechas necesarias. Además, el bioetanol es biodegradable y mucho menos tóxico que los combustibles fósiles. Además, el uso de bioetanol en motores antiguos puede ayudar a reducir la cantidad de monóxido de carbono producido por el vehículo, mejorando así la calidad del aire. Otra ventaja del bioetanol es la facilidad con que puede integrarse en el actual sistema de combustibles para el transporte por carretera.