Este libro trata de un nuevo método biológico de nutrición vegetal. Con respecto a los fertilizantes químicos tradicionales, el nitrato, el fosfato y el potasio, junto con los oligoelementos beneficiosos, no se pierden por difusión a través del suelo tras las precipitaciones. Debido a su lenta liberación, una planta en crecimiento tomará los nutrientes a un ritmo compatible con su liberación del componente mineral. El abono biológico, tras extensos experimentos en macetas y ensayos de campo, ha demostrado que se produce un mayor crecimiento en un gran número de tipos de plantas. El uso del fertilizante para la vegetación de terrenos baldíos ha resultado muy satisfactorio, mientras que los fertilizantes químicos han sido ineficaces. Los cultivos de alimentos y biocombustibles también han mejorado su crecimiento. Gracias a las propiedades de adsorción-resorción de agua de las zeolitas naturales, los ensayos de campo en zonas semiáridas han demostrado que las plantas pueden mantenerse en los vertederos industriales. Los países que disponen de recursos naturales de zeolita son afortunados, ya que el biofertilizante puede fabricarse de forma muy barata y sin maquinaria compleja. Esto será muy beneficioso para los países subdesarrollados cuando se conozca a fondo el método y la aplicación del biofertilizante.