Seamos conscientes o no de ello, la Responsabilidad Social afecta a nuestras vidas de manera cotidiana, por lo que todas las personas estamos calificadas para opinar al respecto. Algunos ejemplos: Si la organizacion que nos contrato ha tramitado un ERE y buena parte de la plantilla ha sido despedida, quizas ahora nos demos cuenta de la importancia de que las personas trabajadoras puedan participar en las decisiones de la organizacion. Si cada manana tenemos que coger el coche para ir a trabajar fuera de nuestra ciudad, sabemos que esto dificulta muchisimo la conciliacion entre nuestra vida laboral y personal. Como personas usuarias y/o beneficiarias de servicios publicos tambien nos hacemos una idea de la mejor manera de recibir estos servicios para que contribuyan a nuestra calidad de vida y la de nuestra familia. Cambiar de compania proveedora es indiferente cuando todas las opciones forman parte de un oligopolio y desde su posicion privilegiada pasan por encima de los derechos de los consumidores. Seguramente tienen una opinion bien clara quienes no han tenido igualdad de oportunidades por ser mujeres, personas con alguna discapacidad o en riesgo de exclusion social.