El título de este documento apunta a una situación de conflicto y, de hecho, ése es el mensaje que pretende transmitir. Sin embargo, más allá del mensaje central, este documento analiza las formas en que la gestión de residuos en las zonas urbanas de Ghana genera conflictos entre todas las partes interesadas: los residentes de las comunidades receptoras de residuos y sus líderes, las autoridades de gestión de residuos de la Asamblea Metropolitana de Accra, la Agencia de Protección del Medio Ambiente y las empresas privadas de gestión de residuos. Este documento ofrece algunas recomendaciones para reducir dichos conflictos. En una de las comunidades estudiadas, cuando se pidió a un anciano de la comunidad que explicara por qué los residentes de su comunidad habían bloqueado la única carretera de acceso y habían impedido que los vehículos de eliminación de residuos depositaran los residuos en el vertedero cercano, replicó airadamente lo siguiente ¿Quién debe aceptar los residuos? Di a los conductores que lleven los residuos de vuelta a Accra, a quienes los generaron. ¿Por qué tenemos que aceptar los residuos? ¡Estamos hartos! Evidentemente, esta respuesta está preñada de varias cuestiones transversales. Lo más significativo es que este documento aborda la cuestión de la contestación entre las comunidades locales y las poderosas instituciones burocráticas estatales en la gestión de los residuos urbanos.