Qu duda cabe que Reencuentro de personajes germina del odio que Elena Garro le profes desde su divorcio y de la forma m s irritante posible a su exmarido, el Premio Nobel Octavio Paz. Un rencor que extendi a toda una clase social: la aristocracia mexicana, tan desde osa y mis gina entonces. Pero, como tal rencor, no pod a ser sino una torturadora obsesi n que, para poder desfogarse en plenitud, tuvo que envolverse en las m scaras de este ins lito relato. Narrado como a tientas, Reencuentro de personajes nos sumerge en una atm sfera asfixiante, donde se adivina, a cada paso, el h lito sofocante de una sexualidad morbosa y, a la vez, extraviada en alg n punto anterior a la primera l nea de la novela. Y mientras avanzamos intrigados por descubrir ese momento original, acabamos presos, como su protagonista, de un concili bulo de fantoches, sometidos entre s por la mera abyecci n sexual o por el m s s rdido de los chantajes. En definitiva, Reencuentro de personajes es un relato ag nico y pasmoso sobre el envenenado pudridero en que pueden convertirse las ilusiones truncadas y los prejuicios de clase.